martes, 8 de mayo de 2012

Nuestro amigo, el sindicato

“Anuncian manifestación por condiciones precarias en sector público. Participarán alrededor de mil 500 personas en la movilización. La movilización que saldrá de Plaza Juárez a Plaza de Armas y participarán integrantes de la FGTEM, en conjunto con el Centro Jalisciense del Adulto Mayor Inmigrante”.


Un sindicato es una organización integrada por trabajadores en defensa y promoción de sus intereses sociales, económicos y profesionales relacionados con su actividad laboral; respecto al centro de producción o al empleador con el que están relacionados contractualmente.

Sindicato proviene de la palabra síndico, que es el término que empleaban los griegos para denominar al que defiende a alguien en un juicio; protector. De ahí se extrajo la designación a aquellos que son elegidos por una comunidad o corporación para cuidar de sus intereses.

Precisamente, los sindicatos surgieron por causa de la indefensión que sentía la clase obrera ante la flagrante violación de sus derechos. Estos tratan de alcanzar el bienestar de sus miembros, asegurando condiciones dignas de seguridad e higiene laboral, garantizando de esta forma y hasta nuestros días la paz social.


Los sindicatos aportan grandes beneficios a la sociedad, ayudando a mejorar las condiciones de los trabajadores en materia de sueldos, horarios, seguridad etc., permitiéndoles ser tratados de mejor manera y contar con derechos. Sin embargo, entre las desventajas encontramos a ciertos grupos en los que se genera un fuerte odio hacia la empresa por parte de algunos colectivos de trabajadores extremistas, que pueden dar lugar a enfrentamientos alejados completamente de la verdadera misión del sindicato.

También existe un conflicto de intereses en los métodos de presión y negociación utilizados por los sindicatos. Un ejemplo muy actual, es la organización de huelgas generales para protestar por los recortes que el Gobierno está llevando a cabo contra el Estado del Bienestar, reduciendo una gran cantidad de beneficios y prestaciones sociales en un intento por mejorar la situación de crisis.


Cierto es que la huelga es un derecho de cualquier trabajador para reivindicar una serie de derechos, pero en la situación que estamos viviendo, puede que no sea la medida más eficaz. Las huelgas generales, al provocar el paro masivo en todo el país, sacuden fuertemente la economía de este y también la de los mercados internacionales. Este estancamiento no viene precisamente bien a nuestra economía actual, por su ya de por sí atraso.

Por tanto, aunque debemos luchar por nuestros derechos laborales, derechos por los que nuestros antepasados lucharon en la búsqueda de unas condiciones mejores de trabajo; debemos reconsiderar si una huelga general realmente nos reportará algún beneficio o si sólo hará más mella en una economía bastante tocada de antemano.


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