lunes, 7 de mayo de 2012

La separación entre propiedad y control empresarial

“La relación entre propiedad y control, a examen. Blindajes: una enmienda ‘incongruente y anacrónica’. A bote pronto, la intención del Gobierno de eliminar las cláusulas que algunas empresas tienen en sus estatutos limitando el derecho de voto de los accionistas, podría parecer un empeño loable”.


Según la noticia que procedemos a comentar, dicho de una forma más simple, el Gobierno español pretende eliminar unas determinadas cláusulas que los estatutos de algunas empresas disponen. Dichas cláusulas regulan la participación de los accionistas en la toma de decisiones de la empresa, lo cual en un principio parecía beneficioso, pues se evitaba de esta forma que los socios mayoritarios “ejercieran un poder de decisión preponderante” frente a los demás.

Sin embargo, estas limitaciones del voto se han ido convirtiendo en un método de defensa de algunos directivos ante inversores en potencia que pretenden adquirir una considerable parte de las acciones. De esta forma, los directivos se aseguran así de no perder el control en la toma de decisiones de la empresa.

Es a esto lo que llamamos separación entre la propiedad y el control de la empresa. En una empresa, encontramos un consejo de administración y un director general, que son quienes toman las decisiones y gestionan la empresa; y un conjunto de accionistas. El conflicto de intereses se produce entre ambos cuando persiguen objetivos distintos.


Mientras que los accionistas buscan la maximización de los beneficios de la empresa (por lo cual, el valor de sus acciones aumenta), los directivos buscan la maximización del tamaño de la empresa (por lo cual, generalmente, aumenta su salario). Es por ello, por lo que la mejor solución es que directivos y accionistas lleguen a algún tipo de acuerdo, en el que satisfagan los intereses de ambos.


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