martes, 8 de mayo de 2012

El precio del Estado del Bienestar

“Se cuestiona la forma de gestionar y financiar el Estado del bienestar. El consejero de Hacienda asegura que “las políticas de inversión pública serán mucho menos ambiciosas”.

El Estado del Bienestar es un concepto de las ciencias políticas y económicas con el que se designa un modelo general del Estado y de la organización social, según la cual el Estado como sistema, asume la responsabilidad del bienestar de los ciudadanos, encargándose de proveer ciertos servicios o garantías sociales a la totalidad de los habitantes de un país. Según Marshall, se trata de una combinación especial de democracia, bienestar social y capitalismo.


El problema surge cuando nos encontramos en períodos de crisis, como el actual, por lo que estos servicios y garantías de los que nos provee el Estado se ven reducidos por la recesión económica. Esta disminución del Estado del bienestar viene dada por los recortes económicos que el Estado reparte a las comunidades autónomas, la reducción de las prestaciones sociales y el descontento general de la población. Ante la situación de reducir la financiación del Estado del Bienestar, se nos plantea la disyuntiva entre continuar manteniendo dicho sistema o elaborar alguna otra alternativa mejorada.


A favor de este, nos encontramos las ventajas relacionadas con el Estado del Bienestar. Los propios votantes en la mayoría de los países democráticos favorecen la extensión gradual de la protección social, pues la mayoría de los sistemas del bienestar se basan en patrones del intercambio generalizado, fomentando de esta forma, el altruismo. Las medidas sociales llevadas a cabo por el Estado previenen los posibles fallos de mercado. Podemos observar como se trata del único modelo que ha demostrado en la práctica una capacidad de desarrollo tanto en crecimiento económico como en cohesión social, necesarios para garantizar el orden democrático y el buen funcionamiento de la sociedad.


En contra de este, nos encontramos los inconvenientes que nos muestran la otra cara del Estado del Bienestar. El capitalismo se convierte en la ley de la jungla de este sistema, donde una parte de la sociedad, bajo unos lemas social y políticamente correctos, vive a expensas del resto de la sociedad, estableciéndose así más un oligopolio que una democracia. Mientras que por un lado se ensalza la diversidad, por otro lado esta es reprimida, ya sea por la estandarización de la educación (primaria, secundaria y superior) o por los medios de comunicación masivos; lo cual convierte a la sociedad en una especie de “cadena de montaje” de personas a imagen de los designios del Estado.

Es por ello, por lo que algunos establecen que el Estado del Bienestar se trata de una falacia, ya que si individualmente los ciudadanos no pueden permitirse un determinado nivel de bienestar, no existen alicientes para que sí puedan hacerlo de forma colectiva.


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