La
burocracia es una organización o estructura organizativa caracterizada por
procedimientos explícitos y regularizados, división de responsabilidades y
especialización del trabajo, jerarquía y relaciones impersonales. Podría
definirse como un conjunto de técnicas o metodologías dispuestas para racionalizar
la realidad exterior, con el fin de estandarizarla o uniformarla. Entre los
ejemplos de las burocracias cotidianas se pueden contar las pertenecientes a instituciones
del Estado, hospitales, tribunales, iglesias, escuelas, ejército y las
empresas, ya sean públicas o privadas.
Hoy
en día, la burocracia adquiere una gran importancia, ya no solo en el
desarrollo de las funciones del Estado, sino también en las corporaciones y
grandes empresas, debido al desarrollo y especialización del trabajo que han
experimentado estas. En el caso de que no existieran las externalidades y
disfunciones características de este sistema, podríamos destacar numerosas ventajas
de la burocracia, tales como: la racionalidad, la disciplina y orden, la precisión en el trabajo, la rapidez
en las decisiones, la eficiencia y productividad, la uniformidad de rutinas y
procesos, la reducción de fricciones personales, la confiabilidad por la previsibilidad
de circunstancias, la continuidad de la organización, más allá de las personas,
etc.
Sin
embargo, pese a todas las ventajas que la burocracia presenta, no estamos
frente al modelo ideal de organización que, gracias a Weber, desarrolló de los
conceptos organizacionales clásicos. Sin ir más lejos, esta noticia es uno de
los muchos ejemplos que demuestran como la burocracia real será menos óptima y
efectiva que su modelo ideal.
Aparecen
entonces las llamadas disfunciones burocráticas, que son consecuencias
imprevistas e indeseadas que conducen al modelo a la ineficiencia e
imperfecciones. Algunas de ellas son:
el exagerado apego a los reglamentos, el exceso de formalismo y papeleo, la resistencia al cambio, la adherencia exagerada a las rutinas y procedimientos, la rígida jerarquización de la autoridad, la dificultad en la atención de clientes, etc.
el exagerado apego a los reglamentos, el exceso de formalismo y papeleo, la resistencia al cambio, la adherencia exagerada a las rutinas y procedimientos, la rígida jerarquización de la autoridad, la dificultad en la atención de clientes, etc.
No
obstante, aunque la organización burocrática entrañe algunos aspectos negativos
que pueden causar algunos problemas de "papeleo" y el tedio de los
trabajadores ante la rutina, son precios que se deben pagar por la eficacia técnica
de las organizaciones burocráticas.
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