“Dicen que el
trabajo del mañana será el teletrabajo, desde casa y utilizando como
herramienta, transporte y medio de envío de las tareas el ordenador y las
nuevas tecnologías, pero en realidad esa opción ya se ha instalado en el
mercado laboral y cada vez son más los puestos que se ofertan en los centros de
recursos humanos”.
¿Qué es el teletrabajo? Podríamos definirlo de forma
genérica como el trabajo que se realiza a distancia del centro productivo
principal, mediante la ayuda de diferentes medios de telecomunicación. Está demostrado
que, en índices generales, el teletrabajo funciona y son más las ventajas que
las desventajas que ofrece.
Sin embargo, el teletrabajo no funciona de cualquier
manera, ya que ni todas las empresas ni todos los trabajadores son aptos para
el teletrabajo. Es necesario establecer rutinas que ayuden a ahorrar el tiempo.
Pese a que los teletrabajadores no tienen horarios delimitados, son mucho más estrictos
consigo mismos, y más que por cumplir horarios, se mueven por la consecución de
objetivos.
También es necesario disponer de una tecnología que
nos permita trabajar sin interferencias, pues tener que preocuparse
constantemente por esta disminuye la eficiencia. También es importante
establecer roles, tales como el jefe o los mandos intermedios, para ejercitar
el “liderazgo virtual”.
Entre las ventajas que nos ofrece el teletrabajo encontramos
algunas como: mayor libertad, autocontrol y comodidad para los trabajadores,
además de la mejora de productividad y calidad y el ahorro que supone para la
empresa. Sin embargo, se recomienda que el teletrabajo tenga fecha de
caducidad, pues con el paso del tiempo, lo que antes eran ventajas, pueden
convertirse en desventajas.
Puede producirse un descontrol en el horario del
trabajador, debido a un exceso de obligaciones y objetivos que este se
autoimponga con el objeto de aumentar su productividad. El aislamiento reduce
el número de recursos de los que el trabajador dispone y en caso de problemas
técnicos, debe acarrear con su reparación.
Además, el ser humano es un ser social, que necesita
relacionarse con otros individuos y el teletrabajo nos priva de la relación cara
a cara con otros compañeros y del ambiente de trabajo. Surgen conflictos a la
hora de conciliar la vida familiar y laboral, considerando muchas veces que la
disponibilidad del teletrabajador es absoluta, lo que causa diversos factores
estresantes.
Y aquí nos surge una pregunta: si nuestro hogar es el
lugar en el que nos refugiamos, entre otras cosas de las responsabilidades del
trabajo cuando estas nos ahogan, al convertirlo entonces en nuestro lugar de
trabajo, ¿qué lugar nos quedará para evadirnos cuando nuestro propio hogar nos
cause tedio?
No hay comentarios:
Publicar un comentario