Tras
la rápida y progresiva incorporación de las mujeres al mercado laboral durante
el período de la sociedad industrial se produce una alteración en la estructura
familiar, con una importante necesidad de restructurar los roles pre-fijados
durante generaciones. La perplejidad del hombre ante la nueva situación que
presenta la mujer favorece las dificultades de establecer nuevas relaciones
entre ambos, produciéndose así, la violencia de género, como un intento por
parte de estos de recuperar el control sobre ellas.
Sin
embargo, la noticia nos plantea que las claves fundamentales para luchar contra
la violencia de género son la independencia económica y la educación, pues se
demostró que existía un porcentaje menor de mujeres agredidas entre las que
tenían estudios superiores. No solo porque así sean aptas para desempeñar un
trabajo, sino que además les aporta seguridad y convicción a la hora de
defender sus derechos y valores.
Los
roles son construcciones sociales que deberían estar basados en una educación orientada
a desarrollar habilidades que capaciten tanto a los hombres como a las mujeres
para asumir las tareas y responsabilidades familiares y desempeñar dichos
papeles, en especial, el parental dirigido a cubrir las necesidades físicas,
psicológicas y sociales de los hijos.
Dichos
roles están cambiando de forma vertiginosa, y es que a diferencia de la mujer,
que se ha introducido en el mundo laboral muy rápido, el hombre no se ha “introducido”
a las tareas domésticas con la misma profundidad y rapidez. Esto precisamente
es lo que causa la diferencia de roles, constatándose entonces una sobrecarga
de trabajo familiar sobre la madre.
Muchos
estudios demuestran que la igualdad o superioridad de los estudios de la mujer
frente a los de su pareja, favorece la igualdad entre ambos miembros. Lo ideal
sería que hombres y mujeres repartieran sus responsabilidades dentro y fuera
del ámbito familiar de forma equitativa, lo cual a su vez contribuye al, cada
vez más cercano propósito de ser considerada como una igual y no una
subordinada.
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