jueves, 12 de abril de 2012

Internet como institución, nebulosa de información

“'El exceso de información en las personas genera el síndrome de la Infoxicación, el cual está caracterizado por ansiedad y angustia ante la posibilidad de perder comunicación', señaló el psicodramatista y terapeuta gestáltico argentino, Jorge Bucay”.

El fenómeno de la infoxicación responde a la capacidad de medios de comunicación tales como Internet para proporcionarnos datos de todo tipo y en cualquier formato. Internet nos inunda con noticias que abarcan todo el mundo y con diferentes puntos de vista sobre cada tema, lo cual algunos lo consideran como algo bueno y otros, como algo malo.

El usuario de Internet dispone de una ingente cantidad de información plural y gratuita, además de un gran número de respuestas a para todo tipo de cuestión que este plantee, lo que por un lado, nos permite formar una opinión más global y objetiva sobre dicha cuestión. Nos permite ser conocedores de todo lo que sucede en el mundo, otorgándonos esa especie de “omnipresencia”.


Sin embargo, debemos tener en cuenta que dichas repuestas parten de fuentes con diferentes grados de fiabilidad y no son siempre fidedignas, hecho que nos lleva a realizar una intensa labor de cotejación y búsqueda para asegurar que dichas respuestas son veraces. Además, otros consideran que basarse en la información que obtenemos de Internet, nos aporta una visión muy superficial y a menudo subjetiva sobre un tema en concreto.

Por no mencionar la preocupación surgida ante la relación entre disponer todas las respuestas a nuestras cuestiones con un solo golpe de ratón y entre un aumento de la falta de curiosidad, imaginación y atención de los usuarios de Internet. No obstante, ya observamos un caso parecido con la llegada de la televisión, pues se acusó a las nuevas generaciones de tener menos imaginación que las que se habían formado únicamente con libros, los cuales a su vez, protegían nuestro cerebro de las distracciones, haciendo que nuestra mente se enfocase en un tema cada vez.


Resumiendo, podríamos decir que a pesar de que disponer de todo tipo de conocimiento sea bueno, los excesos nunca lo son. Por ello, debemos mantener la curiosidad y el escepticismo despiertos, estableciendo nuestros objetivos de búsqueda y clasificación de la información, buscando la verdad más allá de las respuestas dadas por Internet, considerándolas como una herramienta, no como un dogma.

Debemos elaborar nuestras propias respuestas nacidas de nuestro propio criterio.



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